Dos de bastos, alimentá la llama.

Nani

Dos de bastos, alimentá la llama.

🤍 Amo el Dos de Bastos.

Suelo conectar muy bien con los números pares: esas cartas de trabajo hacia adentro.

Los impares fluyen hacia afuera, como resultado. Pero disfruto el proceso del número par, con todo lo que implica, porque todo trabajo interno conlleva, trabajar nuestro autoconocimiento.


Vengo de un año personal lleno de 3, de Emperatrices y de 3 de distintos palos. Y este Dos de Bastos me encuentra volviendo a la base: el deseo que se gesta.


🔥El basto es fuego: es desear, hacer… o frustrarse.

El Dos de Bastos es preparar, practicar, dedicarle horas.

Es ensayo, visualización, deseo dirigido a algo o a alguien.

Es la energía que se acumula antes de manifestarse en el tres.


⚡️Y en este abrir la puerta hacia una energía con la que estamos conectando, aparece esta sincronicidad. Esa ilusión de frecuencia, como cuando querés comprarte un auto y empezás a verlo por todas partes.


Me pasó con una canción de Alejandro Sanz —que hacía rato no escuchaba—

 y conecta con ese desear a otro: Quisiera ser el aire que escapa de tu risa…


También al volver a ver Amadeus: las horas, los días, la devoción de Mozart por su práctica.


O al ver a mi hijo, una mañana a las seis, antes de levantarse para ir al colegio, estudiando por elección y por pasión un idioma que eligió.


Lo mismo con una persona del trabajo que quiere un cambio.

 Mi feedback fue justamente eso: ¿Cómo estás preparando ese cambio para que suceda? ¿Cuánto tiempo, energía y práctica le estás dedicando?


🙃Y pienso en la trampa actual de este dos de bastos: el celular en la mano, scrolleando, deseando sin accionar.

 

Y me quedo pensando en el fin de semana. Si lo usamos solo para escapar de la realidad, o ¿Cuántas veces tomamos esos dos días como espacio para construir lo que deseamos?



Si la llama no se alimenta, se apaga.

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